Cambio rápido o SMED, herramienta Lean imprescindible

Entre ellas, destaca por su impacto directo en la reducción de tiempos de inactividad y el aumento de la productividad, la técnica de Single-Minute Exchange of Die (SMED), o Cambio Rápido de Utillaje y permite reducir los tiempos de preparación de la máquina y cambios de referencia para fabricar lotes pequeños y eliminar stocks.
La técnica SMED o cambio rápido

SMED no es simplemente un conjunto de técnicas, sino una filosofía que busca minimizar el tiempo necesario para cambiar de una producción a otra. Originalmente desarrollada por Shigeo Shingo en Toyota, esta metodología se ha extendido a diversas industrias, demostrando ser una poderosa aliada para mejorar la flexibilidad, reducir los lotes de producción y, en última instancia, aumentar la rentabilidad.
¿Qué es exactamente SMED?
En esencia, SMED se centra en analizar y optimizar las operaciones de cambio de utillaje o preparación de máquinas, con el objetivo de reducirlas a un dígito de minutos (menos de 10 minutos). Esto se logra mediante la distinción y conversión de tareas. Las actividades de preparación se dividen en dos categorías principales:
- Preparación Interna: Tareas que solo pueden realizarse cuando la máquina está parada (por ejemplo, cambiar matrices, ajustar herramientas).
- Preparación Externa: Tareas que pueden realizarse mientras la máquina está en funcionamiento (por ejemplo, preparar las herramientas necesarias, transportar el nuevo utillaje).
El principio fundamental de SMED radica en convertir la mayor cantidad posible de tareas de preparación interna en preparación externa, y posteriormente, optimizar ambas categorías para reducir su duración.
La metodología SMED en detalle

La implementación de SMED sigue una serie de etapas bien definidas:
- Observación y Documentación: El primer paso crucial es observar y registrar detalladamente el proceso de cambio actual. Esto incluye cronometrar cada tarea, identificar los recursos utilizados y documentar cualquier problema o ineficiencia. Un diagrama de flujo o una hoja de verificación pueden ser herramientas útiles en esta fase.
- Separación de Preparación Interna y Externa: Una vez documentado el proceso, se identifican claramente qué tareas son internas y cuáles son externas. Este simple ejercicio a menudo revela oportunidades inmediatas para realizar actividades fuera del tiempo de inactividad de la máquina.
- Conversión de Preparación Interna a Externa: Esta es la etapa más creativa y donde la ingeniería industrial juega un papel fundamental. Se buscan soluciones innovadoras para transformar tareas que tradicionalmente se realizan con la máquina parada en actividades que pueden llevarse a cabo mientras la máquina está en funcionamiento. Algunos ejemplos incluyen:
- Utilizar sistemas de sujeción rápida para matrices y herramientas.
- Preajustar herramientas y parámetros fuera de la máquina.
- Estandarizar utillajes y componentes.
- Implementar sistemas de transporte eficientes para el nuevo utillaje.
- Optimización de Todos los Aspectos de la Preparación: Una vez que se ha maximizado la conversión de tareas, el siguiente paso es optimizar tanto las tareas internas como las externas restantes. Esto puede implicar:
- Eliminar movimientos innecesarios y simplificar los procedimientos.Utilizar herramientas y equipos adecuados y en buen estado.Estandarizar las operaciones y crear procedimientos claros.Implementar sistemas de verificación para asegurar la correcta preparación.Fomentar la colaboración y la comunicación entre los operarios y el personal de mantenimiento.
Beneficios tangibles para la Ingeniería Industrial
La implementación exitosa de SMED conlleva una serie de beneficios significativos para las organizaciones industriales y, en particular, para los ingenieros de organización industrial:
- Reducción drástica del tiempo de inactividad: El objetivo principal de SMED es minimizar el tiempo que las máquinas permanecen paradas durante los cambios, lo que se traduce directamente en un aumento de la capacidad productiva.
- Mayor flexibilidad y capacidad de respuesta: Con tiempos de cambio más cortos, las empresas pueden permitirse producir lotes más pequeños y responder más rápidamente a las demandas cambiantes del mercado.
- Reducción de inventario: La capacidad de producir lotes más pequeños y frecuentes disminuye la necesidad de mantener grandes inventarios de productos terminados y materias primas.
- Mejora de la calidad: Los procesos de cambio estandarizados y optimizados reducen la probabilidad de errores y defectos asociados con la configuración de la maquinaria.
- Mayor seguridad: La simplificación de los procesos y la eliminación de movimientos innecesarios contribuyen a un entorno de trabajo más seguro.
- Mejora de la moral del personal: La participación de los operarios en la identificación e implementación de mejoras en los procesos de cambio puede aumentar su motivación y compromiso.
Desafíos y consideraciones clave
Si bien los beneficios de SMED son evidentes, su implementación puede presentar desafíos. Es fundamental contar con el compromiso de la dirección, la participación activa de los empleados y una comprensión profunda de los procesos. Además, es importante recordar que SMED es un proceso continuo de mejora, y se requiere un seguimiento constante para mantener los resultados y buscar nuevas oportunidades de optimización.
En un panorama industrial donde la agilidad y la eficiencia son cruciales, SMED se erige como una herramienta Lean indispensable para los ingenieros de organización industrial. Su enfoque sistemático en la reducción de los tiempos de cambio no solo impacta directamente en la productividad y la rentabilidad, sino que también fomenta una cultura de mejora continua y colaboración dentro de la organización.
Al adoptar la filosofía SMED, los ingenieros industriales pueden desbloquear un potencial significativo para optimizar sus procesos productivos y asegurar la competitividad de sus empresas en el futuro. La implantación del sistema Single Minute Exchange of Die permite reducir los tiempos de preparación de la máquina para fabricar lotes pequeños y eliminar stocks.
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